La cultura maker (hacedor) es un movimiento contemporáneo que surge como extensión de la cultura DIY (do it yourself/hazlo tú mismo). Esta se basa en la idea de que toda persona es capaz de construir o solucionar un problema con tecnología empoderándola y permitiéndole acceder a un conocimiento mucho más abierto.

VENTAJAS

  1. Impulsa el aprendizaje activo y práctico en el aula.
  2. Fomenta la cultura emprendedora desde el aula. Los más pequeños pueden desarrollar sus propios productos como respuesta o la resolución de problemas de la vida cotidiana.
  3. Estimula la búsqueda de soluciones creativas para la resolución de problemas y no solo desde el punto de vista teórico, sino con una aplicación y un resultado totalmente práctico basado en el ensayo-error, así como en el pensamiento lógico y la experimentación.
  4. Por su propia definición, el movimiento maker en educación está especialmente recomendado para estimular el trabajo en equipo (Do it with others o Hazlo con otros) y el uso de herramientas colaborativas.
  5. Pone en contacto a los escolares con el uso de nuevos dispositivos y tecnologías que serán indispensables con su formación y las habilidades que necesitarán en el futuro: impresión 3-D, robótica para niños, primeros contactos con la programación…
  6. El movimiento maker en educación está perfectamente alineado con otras metodologías educativas que también emplean las nuevas tecnologías como el «aula invertida» (Flipped Classroom).
  7. Por su vinculación con las nuevas tecnologías, el movimiento maker en educación fomenta el aprendizaje y el acercamiento a las carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) indispensables en la Economía Digital.