¡Las emociones están ahí!

Música relajante, te tumbas en el suelo de clase, estas boca arriba, cierras los ojos y confías en tu compañero.

Cosquillas, caricias, un pequeño pellizco, un grito, un susurro… Los alumnos intentan permanecer relajados y con los ojos
cerrados.

¿Qué sentirán…?

Cambiamos los  roles y realizaremos las mismas acciones para poder preguntarles que emociones han experimentado.